Ray Bradbury, figura central de la literatura fantástica y en la narrativa norteamericana del siglo XX, falleció la noche del martes 6 de junio a los 91 años, en Los Angeles, EE.UU.
Bradbury había sido premiado con la Medalla de las Artes en
2004 y un Pulitzer a su trayectoria en 2007, ya que junto a Issac Asimov y
Arthur C. Clarke impulsó en los años 50 una renovación de la ciencia ficción.
Bradbury, además, fue el principal responsable de la popularización del género.
Bradbury
transformó sus sueños de infancia y temores de la Guerra Fría en marcianos
telepáticos, monstruos marinos enfermos de amor, y su visión de un futuro en el
cual los bomberos queman libros, en "Fahrenheit 451".
Autor
de casi 30 novelas, 600 relatos, además de poemas y ensayos, Bradbury marcó
para siempre la ciencia ficción con su tono existencial. Su libro de cuentos
"Las crónicas marcianas" es una alegoría sobre la Guerra Fría en el
que los acontecimientos en otro planeta sirven como un comentario sobre la vida
en la Tierra. Ha sido traducido a más de 30 idiomas.
“La ciencia ficción es
la ficción de las ideas. Las ideas me entusiasman”, dijo a The Paris Review
hace dos años, aceptando el género del que tanta veces rehuyó. En otra
entrevista agregó: “Tengo ideas
divertidas. Juego con ellas. No soy una persona seria. No me veo como filósofo.
Eso sería muy aburrido. Mi meta es entretener”.